Hoy fui a correr por la mañana, con un sol espléndido. Me sentí genial. Venia de regreso pensando en qué íbamos a almorzar dado que soy de buen comer y me gusta deambular por la cocina. Mandé unas milangas caseras a la napolitana, con un rico vino y me acosté a dormir la siesta.
Viento dile a la lluvia, asi empezaba aquella canción mitica del rock nacional y asi terminaba el partido de Gimnasia en San Francisco. Es que un ventarrón al final de ese encuentro, acompañaba al Lobo en una noche victoriosa, en donde de a ratos la lluvia, había amilanado a los protagonistas para poder jugar mejor al fútbol, pero no a rebelarse al clima reinante.
Arrancó el Lobo furioso a vender caro su anterior derrota, como queriendo mostrarle a su gente, que el 2-4 habia sido un accidente futbolisitco. Pero tenía que explicárselo delante de ellos, en la cancha, donde fue en los primeros 20 minutos un vendaval , del que jamás pudo Madryn refugiarse.
Cuando los campeonatos son un simulacro y no se juegan en serio, pasa que los sobres con los nombres de los equipos que tienen que subir , se abren cerca de las últimas fechas. Y entonces se tiene que poner en marcha la ingeniería de la mafia, en los cafetines cerca del Consejo y en calle Viamonte para que se cumpla con todas aquellas instituciones que pusieron lo que hay que poner, que en los códigos que ellos manejan, se le llama : la tutuca .