Y hoy el Lobo ha conseguido hacer una fortaleza de él, de una manera tal que genera en algunos equipos una sensación de ser derrotado desde temprano, la cual se transforma en realidad casi siempre en este campeonato.
Con Juventud Unida Universitaria de San Luis, no hubo excepción, a pesar que los puntanos salieron como aquel boxeador que sabe que no tiene chances,salvo que le pegue un golpe y lo atropelle en el primer round, al que va a ganar la pelea . Fiel testimonio de ello fue un disparo en el palo de Vera y otro que a la salida del centro, se desinfló a mitad de camino y que terminó siendo acompañado por Viola, situaciones que se generaron en los primeros minutos del partido
Y no hubo más tiempo para el rival, que sintió como que había osado golpearlo al Lobo ante su gente, y sin conseguir moverle un pelo, solo hizo que este le mostrara los dientes ,como quien le iba a dar su merecido. Peo el Pato Cucchi, fue esa tarde , el estratega, fue el que volanteaba, fue el que contagiaba y fue el que jugaba, terminando siendo el que , al recibir de la cabeza de un compañero, un balón que había sido centreado en forma magnifica , cosa ya frecuente, por Santiago Dominguez, se lleno la boca de gol , y fue también el anotador.
Y Después de cada gol, aunque este se demoró un poco con respecto a los últimos partidos, todo es muy difícil para los que sueñan que aguantar el cero y salír de contra, puede ser una posibilidad de llevarse algo de calle Juan .B. Justo y alrededores. Y peor, si en el amanecer del segundo tiempo, se da una vuelta por el área un tal Palacios Alvarenga, al que parece que las pelotas de futbol , tuvieran un imán, que son atraídos, por algún campo magnético que circula cerca de su cabeza.
Ya todo se había terminado muy temprano, tras aquel centro de Espinosa, que el infalible paraguayo había mandado con la testa, al arco del veterano Tombolini ,que se cayó de espaldas, como si algún David, le hubiese tirado una piedra en la frente.
Y entonces aparecieron , en el tiempo que le quedaba al partido , los plateistas que querían deleitarse con alguna magia de Oga, y los inclaudicables de la popular que pedían el ole, ole , para zarandearse bajo las gotas de lluvia que aparecían y desaparecían.
Fue 2 a 0 y pudo ser más, en una penúltima fecha, que sumo un partido más a un largo invicto y que deja la gran posibilidad de poder ser locales 4 de los 7 partidos de la zona de 8, y créame que con lo que significa el mensana de local para los demás y para el mismo Gimnasia, la frase que dice “es lo mismo jugar de local o visitante” , no es cierta en el Universo Lobo.
Jugar de local es respirar un aire enrarecido cuando subis por Lencinas, un aire como a madriguera, jugar de local es entrar a un estadio plagado de recuerdos y anécdotas, de las que son testigos muchos que peinan canas y que no pueden creer una calidad y realidad institucional que asombra.
No hay tumultos, no hay corridas, si hasta los panchos y choripanes parecen elegantes porque parece que quisieran hacer honor al Pituco y cada tanto los fuegos artificiales explotan , al mismo tiempo que lo hace tu corazón de alegría cada vez que sabés que juega el viejo Lobo del Parque.
Placer señores, placer es la palabra,si esa es . Porque eso es lo que significa jugar de local, y es justamente esa mismísima palabra, el sinónimo de como jugaba al fútbol ,el que lleva el nombre de nuestro estadio.
Amar es un placer canta alguien por ahí, ir a la cancha del Lobo es un placer, si, como cuando jugaba, Victor Antonio Legrotaglie
Por el Lobo Pituco