Comenzó mejor el local tratando de sembrar territorio con la presencia en el centro del campo de juego de Nieves Escobar y la habilidad de Juan Pablo Francia para habilitar, no solo a los delanteros y volantes verdes, sino a sus defensores , y de esa manera, Sportivo Belgrano le dió ritmo frenético al partido
Pero pasaron solo unos quince minutos para que se acomodara Garay en la cancha , y el puntano , con la ayuda de Pablo Cortiso, que ya estaba batallando hacia rato con los locales a diestra y siniestra, lograron por un lado capturar más la pelota y frenar el ímpetu de los de Giaccone, y por otro lado, permitir que un inspirado Becerra, el incondicional Cucci y Mateo Ramirez, se hicieran conductores impensados del encuentro, ante la preocupante mirada de los hinchas cordobeses
Una tapada magistral de Marchiori que voló para enviarla por sobre el travesaño , a pesar de que la jugada fue anulada, y un gran disparo de un criterioso y movedizo Ramirez, que Cosentino sacó al corner en forma poco ortodoxa, había sido lo único que había pasado en el partido hasta que cerca de la media hora ocurrió un hecho clave que hay que destacar. Y fue que el árbitro Bruno Bocca amonestó a Zbrum y Marin en el área chica por tomarse reiteradamente de la camiseta, y le puso de esa manera, los limites a los protagonistas, que llegando a destiempo por el resbaladizo campo de juego y queriendo pasar de guapos a malevos, habian insinuado crear desorden en el match.
Y digo que fue clave, porque debemos decir que hubo un arbitraje extraordinario, si escucho bien, extraordinario, de un juez que demostró ante quienes pudieron ver el partido , que si varios dirigieran como él ,quizás muchas instituciones del Federal A hubieran corrido mejor suerte y otras no hubieran llegado a donde no lo merecieron por rendimientos futbolísticos.
Pero volviendo al partido debemos decir que a esa altura de la contienda, Ramirez-Fernandez por la derecha y Aguirre.Cucci por la izquierda, largamente se paseaban por los laterales de Sportivo, al compás de Leandro el Chucho Becerra que con su zurda de categoría dejaba desairados a quienes lo marcaban, tocando de primera y en forma vistosa ante la atónita mirada de los fanáticos de San Francisco. Y si bien es cierto que no hubo llegadas claras, el Lobo estuvo intimidante y agazapado para abrir espacios que no pudo encontrar porque los anfitriones, si , los anfitriones , se habían parado de contra en su propia cancha.
Al fin se fue el primer tiempo, con la desgraciada expulsión de Marin, al cual Bocca, no le tuvo contemplaciones, tras cometer el turco una falta no digamos táctica, porque estaba cerca del área. Pero la mala suerte , fue que lo hizo con un delantero que se había eyectado verticalmente contra el área pituca y que cayó en forma aparatosa. De allí vino uno de los disparos de tiro libre de un jugador como Francia, que le pega de tal manera en ellos, que a veces hace que la estrategia de Sportivo Belgrano sea generar faltas a favor cerca de las áreas, para lo que habrá que estar atentos en la revancha.
Los segundos 45 minutos con un hombre menos, fueron el fiel reflejo de un equipo recuperado en lo anímico y en lo futbolístico de algunas actuaciones en el pentagonal no convincentes, en las que insisto tuvieron mucho que ver situaciones extrafutbolisticas que no me voy a cansar de remarcar,porque si bien ayer es destacable lo del árbitro, no hay que olvidarse que ocurrieron y que no creo que en corto tiempo hayan desparecido.
Pero no le dio tiempo Gimnasia al local para hacer uso de su ventaja numérica, porque apenas a los cuatro minutos el tándem por la izquierda dio sus frutos . Fue cuando Aguirre peló la zurda y el Pato Cucci se tentó en la laguna del área para sacarse de encima a un central de espaldas y enfilar contra el arquero , para disparar mordido y hacer que el balón haciendo sapitos, se le colara a Cosentino.
Entonces lo que iba seguro a ocurrir en los últimos minutos, pasó a los 15 ,momento en el cual el entrenador mandó a Arostegui y Muller a la cancha y saco a Zbrum que ya mostraba que no lo podía tomar a un Pablo Palacios Alvarenga de un despliegue tremendo. Mientras ,en Gimnasia, un lesionado Ramirez le daba paso a Briones que se puso a ayudarlo a Garay a Pablo Cortiso , que a parte de jugar y meter una barbaridad, se había disfrazado de central por la expulsión del Turco.
De allí en más hubo que copar la parada, no sin pasar zozobra en remates de larga y no tanta distancia que pasaron cerca de un Marchiori, quien tuvo mucha presencia en los centros y estuvo sumamente atento y seguro, a cada embate del verde. Pero como en toda batalla donde se pierden soldados, le tocó el turno a un lesionado Garay ,que dio paso a Poblete, lo que permitíó hacer un cerrojo blanquinegro, casi impenetrable para los de Giacone.
Y en el epilogo casi estira la diferencia el Lobo,cuando el inclaudicable Palacios Alvarenga,que se iba derechito al gol, fue derribado por Julian Fernandez que por ser último hombre termino expulsado. Y en el descuento también estuvo cerca por el pibe. Romano ,que había entrado por un exhausto Cucci, al cual se le fue larga la gambeta a Cosentino , casi al mismo tiempo que el juez dio el silbatazo final.
Asi termino la noche en San Francisco ,cuando en un diluvio que invadió la ciudad , apareció el Arca de los Lobos, donde se subieron un montón de fieras, que con un Pato en el timón ,salió rumbo a calle Lencinas. Y sabés una cosa, a esa Arca me parece que nos tenemos que subir todos, porque para mi es como la de Noé, que fue aquella que se construyó para olvidar cosas malas y empezar de nuevo.
Y el que no se quiera subir que no se suba, pero que no digas después que no le avisamos, si llegamos al Nacional B. Chau, hasta el lunes.
Por el Lobo Pituco