Si las derrotas del Lobo duelen de por sí, si ver a Gimnasia caer al Más Grande sin atenuantes hace mella en el corazón del hincha, perder como lo hizo ante All Boys, por la pobreza del juego exhibido o por los evidentes desacoples defensivos, impacta mucho más porque ya no es novedad este tipo de presentaciones fuera del Víctor Legrotaglie en el arranque del Nacional B.
¿Qué iba a costar la adaptación?. Era lógico y esperable: pero así no, de esta manera definitivamente no. El Lobo, casi como un cardo en medio del desierto, va rodando de lado a lado hacia donde los vientos lo acomoden. Cuando parecen amaniar los vientos y aclararse el panorama una ráfaga vuelve a soplar y sacudir los -débiles- cimientos Pitucos.
El Lobo vive a los tumbos: se levanta y se cae y en este río revuelto todavía no tiene conceptos claros. No sólo no tiene esquema de juego definidio, sino mucho más preocupante es que todavía -en la fecha 10- no conoce su columna vertebral, esa que es imprescindible en cualquier equipo. Salvo Alasia, no existe hoy ningún otro player indiscutido dentro de aquella famosa línea invisible que está compuesta por el 2,5,10 y 9.
Para complementar esto contamos con los desaciertos individuales y las decisiones del DT de las que sólo él tiene respuestas. Así aparece la presencia de Julián Carabalí en el 11 como indiscutida pese a haber acumulado desde su partido presentación una cantidad de faltas innecesarias que generan jugadas de alto voltaje en nuestra valla. ¿Y porqué no probamos UN partido con Villarino? ¿porqué no se le da una chance a un defensor que siempre rindió?. Quizás no tenga el carisma del "Negro", pero -sin dudas- es más efectivo y esto "La Fiera" lo ha demostrado en casi 80 encuentros con el Manto Sagrado...
En esta mismo tónica argumental encontramos a Garín: de volante por derecha, izquierda o doble cinco. El "Tito" es una rueda de auxilio permanente pero es cambiado de puesto. Cuando parecía que había encontrado su puesto junto a Garay, el DT volvió a rotarlo. ¿Qué pasa con Vuanello?. El "Pollo", de visitante al menos, es una gran variante (por lo menos en el banco) porque aporta desequilibrio por las bandas y sacrificio para recuperar el balón.
Sergio Oga, figura y emblema del Lobo, nadie discute su jerarquía y calidad ni su sapiencia para jugar al balompié. Es, en nuestra humilde opinión, el mejor conductor del Lobo en los últimos 20 años, no obstante eso: no es vital. Más en un planteo 442 (el que aparece como más lógico fuera del Víctor). Si de sumar puntos se trata esto y de obtener resultados, el DT debe armar el equipo en consecuencia de ello y no en función de los nombres propios. No existen imprescindibles, ni en la vida ni el fútbol.
¿Y Taborda?. El "Mono", pese a quien le pese, a fuerza de festejps, como ese inolvidable en la final versus Talleres de Córdoba, adentro de la cancha siempre demostró sus dotes de goleador. Qué no tiene tanta molividad, puede ser. Que no tiene sacrificio para generar una segunda jugada, quizás. Pero si tiene gol: al Lobo le cuesta mucho convertir las que genera. La definición, algo que le sobra al ex Roca, cotiza en baja en Lencinas.
Frente a All Boys, Gimnasia sufrió una derrota categórica. En los primeros tres minutos ya se podía advertir la diferencia de jerarquía e intensidad entre un elenco y otro. A ellos, el Lobo le sumó su dósis de inocencia, esa que en esta categoría no se permite y no te perdonan. De no ser por Alasia y la falta de puntería de los de Floresta, el scorer podría haber sido -merecidamente- catastrófico.
Hasta tanto no se modifiquen los planteos y se ocupen mejor los espacios defensivos el Lobo, de visitante, va a seguir siendo un buen invitado.