Pero a ese minuto del tanto de la victoria, el partido llegó empatado , gracias un grupo de hombres que le agregan la garra a la mistica blanquinegra, y a los que, con solo algunos minutos ,donde el duende del Victor los invade, les alcanza para hacer feliz a un pueblo de locos blanquinegros.
Antes de aquel momento de gloria, habiá pasado ya un primer tiempo de ida y vuelta con alguna arremetida de nuestro paraguayo goleador y un buen tiro libre de Llama,pero sobre todo, con un gran Viola, que se destacó al principio y al final de esa primera parte, en donde había estado rápido de reflejos y por ende, sostenido el empate transitorio.De nuevo Ezequiel, en forma monumental a la mitad del segundo periódo, tapó un penal en movimiento de un hombre que pisando el área, le pegó a la carrera, en un tiro que pudo haber sido el de gracia para el mensana.
Pero al tiempo que Ezequiel y la defensa con un titánico Marin como estandarte, le ponían el pecho al encuentro, el incansable Cucci se ponía el equipo al hombro tras la salida de Llama, no sin antes casi marcar en un ingreso solitario por la izquierda la apertura en un partido chivo. Ya ,con Cortiso en cancha, para ayudar a Briones y dar una mano al juego aéreo, que llegaba tras los finales de las jugadas que lideraba el moreno Caicedo, Garay tuvo más la pelota, a la que distribuía con criterio. Y asi se iba yendo el partido , con algunos movimientos de ataque generados por el Pato y el Pela Aguirre, que se sumaban a la presión a los centrales rivales que ejercía el ingresado Toro Agudiak, y a la presencia de Luquitas Fernández casi sin posición fija merodeando varios lugares de la cancha hasta encontrar el sitio , en donde nos iba a ofrecer la victoria . Y cuando los verticales ataques de un equipo bravo y metedor que se distrajo seguido protestando, como lo había hecho entresemana, empezaron a mortificar al querido mensana, que resistía con valentía, llegó el momento más sublime y hermoso de esos partidos, donde en la agonía, se gritas con la boca llena de gol, el desahogo del esfuerzo . Si, entrañable fanático gimnasista, en el minuto 80 del crucial partrido, Lucas Fernandez,que tiene oficio para hacer de todo un poco, ya sea defensor, volante o delantero, cubrió la pelota como el mejor defensa, inventó un extraño y engañoso movimiento como el más ingenioso de los volantes y definió con frialdad y de certeza con su cabeza , en un lugar por donde siempre anda Palacios Alvarenga.
Habia pasado entonces, que un cabezazo sorpresivo del uno de los héroes de la noche, se había adueñado de aquella pelota, que picó en el área, tras un lanzamiento de manos hecho con la fuerza de un pié por parte del Pela Aguirre, y que se sumó a la complicidad de un pasto mojado y traicionero , las piernas arrepentidas del arquero granante que tendido en el piso vio consumada la derrota de sus compañeros.
Y fue un triunfo tan inolvidable como valioso contra Defensores en una semana difícil donde los que empiezan a conocer sus limitaciones no tienen mejor manera que inventar historias para arengar a sus seguidores.
Pero este Lobo no inventó nada, sino que ganó en buena ley, y parece estar muy cerca de de inscribir una nueva página de gloria , en la historia de nuestro club. Para eso, falta que este lunes a la noche, la luna se asome aunque sea unos instantes para saludarlo cuando salga de la cueva, al tiempo que un estadio repleto de fanáticos , convierta el escenario en una madriguera. Y todo eso, por el solo hecho ,que necesita un triunfo ante Central Córdoba de Santiago del Estero,para volver de donde nunca debió haberse ido.
Asi entonces, esa misma noche de lunes , esperamos todos que se agregue a los Recuerdos que no se pueden olvidar .Recuerdos como el gol de Oga en Córdoba, como la goleada a un enorme San Lorenzo de antaño, como los tiros libres de Legrotaglie reconocidos en España a nivel mundial y como tantos otros cientos de hermosos recuerdos, a los que se agrega después del ultimo partido , el de la corrida de los que estaban en el banco de suplentes y al costado del rectángulo de juego, buscando abrazar a los que andaban lidiando por el césped , con los muchachos de Ramallo
Sí, recuerdos que no se pueden olvidar. HASTA EL PRÓXIMO DE ELLOS.
Por el Lobo Pituco