Hoy quiero decirles: “Gracias”, “mil gracias” a todos los hinchas blanquinegros que supieron compartir el día a día de mi paso por El Lobo. En los momentos difíciles y los de inmensa alegría, así es la vida. Lo mejor que me llevo de esta etapa muy importante en mi carrera es la calidez de ustedes con que me sostuvieron y respetaron; me sentí siempre acompañado y valorado todo el tiempo. Además del apoyo, siempre ocuparán un rinconcito muy importante en mi corazón por los lazos y vínculos logrados; los tiempos compartidos con afecto no se olvidan jamás.
A los “agentes invisibles”: Vinchuca, El viejo, Matías, Pava y Lucho el kinesiólogo que ellos saben mucho de nuestros sentimientos, de nuestros estados de ánimo y siempre atentos a una charla o una sonrisa para verte feliz. Todos ellos muy valorados por nosotros por su actitud en el día a día porque sacan lo mejor de cada uno de los futbolistas.
A mis compañeros de ayer y de hoy, quiero agradecerles por haber compartido estos tres años en Gimnasia con felicidad y tristeza pero siempre juntos con la convicción de salir adelante.
Un lugar destacadísimo ocupa en mi corazón el entrenador de arquero Paolo Olivera, fue la persona más importante por mi paso por el club, siempre transmitiendo seguridad, fuerza, aliento y esperanza. Voy a tener presente sus palabras como un aprendizaje de vida: “ No dudes, ¡ Tu trabajo te ayuda a todo!. Esto arranca y termina en vos…” Uno de los mejores momentos de mi paso por el club es haber compartido mi trabajo con él. Quiero que estés seguro que mi entrega y compromiso fue, es y será mi meta hacia un nuevo destino.
Éxitos a “mis pollos”, Tomás Marchiori y Tomás Giménez, que continúen cuidando el arco creciendo y disfrutando de cada entrenamiento; siempre los tendré en mi memoria porque el grupo de arqueros fue sano y unido. “Todos deseábamos lo mejor de cada uno”, esto se logra cuando uno trabaja con grandes personas.
Les deseo a todos una vida feliz, con grandes logros y no se olviden de que cada uno es muy importante en un gran equipo.
Matías Alasia