Parece que el tema viene un tanto demorado, y tratándose de locura, la ansiedad los está matando. Este par que les comento, mira la hora, revisan todas y cada una de la redes sociales que poseen, vuelven a mirar las horas que se transforman en días, observan por la ventana, mientras esperan a su psiquiatra.
Quién no estuvo en una sala de espera y en cuanto la demora se pasó de quince minutos, no comenzó con suspiros, murmullos e insultos? Es así Sres., nadie de los que estamos en esta sala soportamos la demora. Resulta que todos somos impuntuales, pero en la sala de espera nos ponemos rigurosos, nadie puede esperar porque claro, todos tenemos cosas que hacer… estamos siempre apurados, estando aquí, pero pensando en más allá, teniendo la causa más importante por la cual tiene que ser contemplado para pasar primero. Tele transportándonos todo el tiempo, con un inconformismo idealizado, calificaría yo.
El tema es que un par de estos locos lindos que se encuentran en esta sala a menudo hace un tiempo que no le ven la cara a su psiquiatra, pero el solo hecho de hablar de él en alguna medida los aquieta, tranquiliza, les genera un remanso en la idea directriz de sus fanáticos pensamientos. Sí, al parecer lo de ellos funciona bajo un estilo muy sugestivo, el solo hecho de saber que su psiquiatra está logra tranquilizarlos. Por suerte existe internet, entonces cada tanto, diría cada dos o tres días, este par de locos lindos tienen la posibilidad, a su voluntad o a demanda como quieran llamarle, de acudir YouTube y ver algunos videos/recuerdos que vuelven a tranquilizar sus ansiedades de cura.
Sucede que cada tanto estos locos lindos que se encuentran en la sala de espera virtual, se comunican, como en las salas de espera reales. Y se cuentan de todo, sobre sus problemas, sueños, anhelos, objetivos, alegrías, tristezas, y demás. Pero no hay caso, no hay forma de que no terminen retomando el tema en blanco y negro, que a todos estos locos lindos, los convoca. Empiecen por donde empiecen los debates y conversaciones en esta bendita sala de espera, todas concluyen y confluyen en el problema de base, la ansiedad que les genera la espera por su psiquiatra. La necesidad de verle la cara al mismo, a ese que lo cura todo, al remedio para el corazón, según dice un pequeño gran sabio filósofo que conozco.
A todo esto, cabe aclarar que mientras los locos lindos esperan en la sala y conversan entre ellos, de reojo miran un par de novelas que pasan por la tele pero que siguen por twitter y diarios. Hay una de las novelas que tenía un final anunciado, pero que todos mantenían la esperanza de un desenlace feliz. Finalmente la novela paraguaya terminó según se venía anunciando en todos los portales. Lamentablemente no hubo sorpresa favorable. La que les produjo un mar de lágrimas y lamento a más de uno de los que integramos esta gran sala, fue la de las “5” de la tarde, la del horario del medio, la que manejaba la pelota de la programación, sí, esa que todos saben cómo se llama. Si hay algún desprevenido en la sala, esa novela sí que nos sorprendió. “El Rey David”, pensábamos que tenía para más capítulos, al menos un año más, pero decidieron levantarla sin dar muchas explicaciones a le teleaudiencia.
Pero siguiendo y para ir concluyendo con los relatos de lo que sucede en la sala de espera, es que al menos hasta el día de hoy, conozco que les dijeron a todos los locos lindos que acuden a este psiquiatra tan particular, que el Dr. aún se encuentra de licencia y que no va a atender hasta la semana que viene.
Al menos estos pacientes impacientes ya tienen día y horario del nuevo turno. Ya les aseguraron que ese es el día y hora para intentar un nuevo proceso de tratamiento para su locura. Les informaron que el Dr. por esta vez atenderá en otro consultorio cercano al de siempre de calle Lencinas y que la sala de espera tiene entrada por el sector norte. Todos pusieron el grito en el cielo por el traslado, pero con tal de seguir a su psiquiatra de cabecera parece que están dispuestos a asistir. El turno es de siesta, el 25 del corriente mes a las 15:30 hs. Por favor se les ruega puntualidad, asistir con ropa de gala, si es factible blanca y negra dado que el Dr. es PITUCO, y con ganas de hacer terapia de la buena, de esa que nos sirve a varios para curar el corazón, el alma, las penas de la vida, esa que nos sirve para dar los abrazos más sinceros que no nos damos en la vida a diario, esa terapia que sirve para todo lo que les he detallado pero que por suerte en algo falla para poder seguir padeciendo de esta loca enfermedad por vos GIMNASIA.
P.D.: “ESTAMOS LOCOS POR GIMNASIA Y NO NOS QUEREMOS CURAR”
SUSCRIBEN: LOS PACIENTES/IMPACIENTES DE SIEMPRE (33).
Por Leandro Silvestre (@baucati33)