Hace días que no duermo bien y anoche, no fue la excepción. Me levanté temprano y encaré una tarea, que hago una vez al año, LLENAR LA PILETA. Les aseguro que no es tarea fácil, porque lo hago con agua de riego y es muy difícil. Como si todo esto fuera poco, allá a no se a cuantos miles de kilómetros, mi QUERIDO LOBO, se jugaba una gran patriada. Extendí las mangueras para unir las piletas de decantación con la de natación y pensaba, a esta hora los jugadores, se estarán levantando, desayunando, esperando el partido.
Mientras tanto, yo había comenzado mi propio partido, por la acequia venía el agua desde la montaña y se introducía en la primera parte de la pileta para luego decantar y pasar a la segunda y desde allí introducirse en las mangueras (son varias), para finalmente depositarse en la pileta de natación. Es decir que tenía que hacer como el “Toti”, ordenarlas, darle el ensamble correspondiente, para su destino definitivo. La primer pileta, hacía de Alasia, recibía el agua, la atrapaba y salía rápido hacia la manguera sobre la derecha o izquierda. Es decir que jugaba rápido, para Abaurre, Albornoz o Villariño, en este traslado acompaña por el medio, la segunda manguera que hacía como Garay, la tercera y cuarta manguera, se ponían rápido en movimiento, como Garín o Corvalán y la quinta cuando recibía el líquido era la manguera distinta, igual que Oga y finalmente entre todas comenzaban a arrojar el liquido en forma potente, como lo hacen Farías o Taborda y el partido estaba en su plenitud en Comodoro, mientras escuchaba la radio y todas las mangueras respondía y estaban logrando su objetivo, mientras tanto en la Patagonia pasaba lo mismo. Hasta que una de las mangueras, de pronto se me queda sin líquido, en el mismo momento, que hace el gol la CAI, salgo corriendo, chupo de la manguera y vuelve a brotar el agua y de pronto veo que otra manguera empieza a aflojar y antes que se corte el agua, chupo profundamente y vuelve a brotar el agua con fuerza, fue en el momento que nos salvó el travesaño, hice algunos cambios, igual que el Toti, para fortalecer la defensa, lograr un rápido traslado en el medio y cumplir el objetivo de llenar la pileta.
En el preciso instante que el arbitro dio por terminado el partido, las mangueras expulsaron su última gota de agua, dando por finalizado con éxito su misión de llenar la pileta. Increíblemente, sin el agua y con el aire, se comenzaron a abrazar entre sí, entonces no dudé un instante, me tiré al agua y me abrace a las mangueras, para mi sorpresa, ya no había mangueras, dentro de la pileta estaban todos, ALASIA, CORVALAN, ALBORNOZ, VILLARINO, GARÍN, GARAY, OGA, PEREYRA Y TABORDA, QUE JUNTO AL TOTI, AL RESTO DEL CUERPO TÉCNICO Y LOS JUGADORES DEL BANCO, ESTABAN ABRAZOS Y YO…”EL CATO” EN EL MEDIO DE TODO…Y LA PILETA FUE UNA FIESTA,TODOS CANTABAN DALE LOOOOBO…DALE LOOOOBO…Y SE AGREGARON TODOS, LOS FAMOSOS 33, LOS DUEÑOS DEL PAQUE, LAS PEÑAS ANGEL MAURICIO BADÍA, JUAN GILBERTO FUNES Y TODOS LOS HERMANOS DE LA VIDA Y DEL TABLÓN QUE VIENEN DE TODOS LOS LUGARES DE MENDOZA Y HASTA LOS “ANGELES BLANQUINEGROS”…UNIDOS EN SOLO GRITO….DALE CAMPEÓN…DALE CAMPEÓN…
TODOS UNIDOS, TODOS CANTANDO, PARA QUE YO SEA UN TIPO FELIZ…ABRAZO DE LOBO A MIS HERMANOS DE LA VIDA Y DEL TABLÓN…
EDUARDO “CATO” AGUILAR