Patricio Cucchi, ya conocido por varios como MacPato, capturó un rebote a los tres minutos y la puso en el primer palo para gritar el primero. Pero no contento con ello , y cuando muchos todavía festejaban su oportunismo , el mismo Cucchi se aprovechó de un error de la defensa puntana y eludiendo a Tambolini, metió el segundo. A esa altura, y luego de que el mismísimo Cucchi, le cabeceara un balón que controló en dos tiempos el ex arquero de Colón, ya la defensa de amarillos y azules, parecía una granja sin cercos donde entraban y salían todos los animales espantados por el Lobo y con un Pato haciendo la plancha en la laguna de al lado.
Habia pasado, que como el millonario pariente del Pato Donald, que transformaba todo lo que tenía en oro, el santafecino hizo lo mismo con sus situaciones de gol, y llevó el encuentro a un 2 a 0 en menos de diez minutos ante el estupor de los visitantes y la algarabía de los hinchas blanquinegros.
Pero luego, a Gimnasia no le vino bien pararse de contra y menos perder el control del balón en el medio, aunque quizás esto último tuvo cierta virtud de la Juve puntana. Y de tanto ir, Nicolás Aguirre desde el vértice del área hizo un gran gol , poniendo el partido 2 a 1, cuando de milagro no se había puesto el de Fuentes, 3 a 0 por un cabezazo del iluminado Cucci.
Ya en la segunda parte se volvieron a vivir unos nuevos diez primero minutos electrizantes, en donde hubo perplejidad y preocupación por el empate de Ojeda y desahogo y capacidad de respuesta, en el desnivel de Mateo Ramirez, que de cabeza volvió a poner al pituco por encima en el tanteador .
A partir de allí y sabiendo que no había tercer tiempo, y de que esto era una final como lo son cada partido del pentagonal, los de San Luis comenzaron a desesperarse por el correr de los minutos.Y un Gimnasia mejor parado y envalentonado por volver a estar al frente en el marcador , se refugió en la solidez de Mondino y Marin que como pudieron resistieron los embates del visitante , que con Beraldi en cancha tenia muchas ideas,pero con diez en cancha, por la expulsión de Illanes, menos gente.
Y créame que costó bastante ganar, sobre todo recuperar pelotas , que no encontraban en demasía ni Briones a pesar de su esfuerzo, ni Garay, y quizás si un poco más Cortiso, que entró fresco con los puntanos jugados.
Pero a pesar de ello, Espinoza por la derecha con mucho ímpetu , algunos buenos arrestos de Ramirez y sobre todo para Cucci , hicieron las veces de generadores de jugadas, con Palacios Alvarenga rondando el área rival , buscando venganza por un par de ocasiones perdidas.
El descomunal despliegue de Patrico Cucchi, que casi vuelve a convertir tras pases del paraguayo y de Cortiso,tuvo su punto culminante en el descuento y tras la expulsión de Beraldi, y fue cuando Mac Pato que pudo haber hecho el tercero para llevarse la pelota, le entregó el gol al paraguayo, para que se sacara la mufa y anotara un tanto más para su serie personal y otro para el de las asistencias que ha recibido del rosarino.
Ahora llegó el tiempo de descansar porque se ganó y como no importa la diferencia de goles, quedará esperar por la recuperación de Llamas o de Becerra o algún momento de Oga,porque en este encuentro esa función la cumplió alguien que tuvo que disfrazarse de ellos y que fue ni más ni menos que Patricio Cucchií. El tuvo las llaves de la victoria, ya que con las dos primeras abrió el partido, y con la tercera lo cerró en el pase gol a Palacios Alvarenga.
Se vendrá Ramallo un miércoles después de descansar en la próxima, aparecerá entonces el gran choque con los santiagueños de Central Cordoba y terminaremos viajando quien sabe en que condiciones a Rio Cuarto para jugar nuestro último partido.
Tendrán que aparecer todos para culminar este sueño, como lo hizo hoy ese jugador que irrita con sus cascarrabias a sus contrincantes y que le agrega a un sacrificio físico al limite, un montón de cualidades futbolísticas, que anoche lo convirtieron en el dueño de todos los elogios, porque ayer el Victor Antonio Legrotaglie, fue Patolandia, la ciudad de MacPato.
Felices pascuas
Por el Lobo Pituco