Primero fue con Labruna: se armo un plantel de renombre y mucha jerarquía para la divisional, pero a vez, famélico de gloria y amor a los colores.Quizás todavía no era el tiempo de volver. O quizás se tomaron decisiones cuando la herida se encontraba abierta y la razón se encontraba nublada por el dolor de los penales que aún se recordaban en cancha de AAAJ.
De esa experiencia negativa se tomó lo mejor : hubo un gran aprendizaje dirigencial y para esta temporada se hizo eje en optimizar la toma de decisiones; en particular la contratación de los refuerzos (uno de los temas que muchos dolores de cabeza le ha traído a GyE en las últimas temporadas).
Fue decisiva la re-ingeniería previa al arribo de jugadores: se estudió su actualidad, rendimiento, trayectoria mediata e inmediata y se apostó por players que sabían de la divisional y tenían presente a que clase de club se estaban sumando. Profesionales que conocían el desafío que que tenían enfrente y, no menor, con hambre para alcanzar las metas propuestas . Los resultados fueron prácticamente óptimos y el margen de error se redujo al mínimo.
De esta manera hoy el Lobo ostenta, entre otras cosas, con una delantera de lujo, de las mejores del torneo y sin dudas entre las más destacadas de los últimos 35 años que se pudo observar por Av. Lencinas.: El dueto que conforma el "Pato" Cucchi (enorme acierto haberle hecho contrato por 2 años) -y Palacios Alvarenga evoca el recuerdo de otras famosas duplas Mensanas de los últimos años como Ojeda - Saccone, o más atrás, Funes - Rodríguez.
Alaniz. El DT fue clave en este proceso; con mucha humildad y trabajo serio, haciendo gala de su bajo perfil, supo comandar un sapiencia un plantel extenso y de jerarquía y en los momentos claves el equipo lo respaldó con creces. Cuando estuvo en la cuerda floja, apareció el equipo en toda su dimensión y aquí también se notó el semblante de la CD para confiar en la continuidad de un proceso que desde el día 0 contó con todas las condiciones institucionales para el éxito.
El recambio y la riqueza individual de su plantilla. A lo largo del torneo el Lobo sufrió -por lesión o suspensión- diversas bajas y al que le tocó ingresar lo hizo de la mejor manera. Quizás los casos más emblemáticos sean los de Yaír Marín y David Garay; ambos jugadores, sin tanto rodaje en la primera fase, fueron claves en esta recta final de la competencia y hoy son pieza clave en el 11. El "Toro"Agudiak y Matías Navarro, siempre rindieron desde el banquillo y en los minutos que les toca, demuestran que son alternativas válidas para un ataque Caracol que está on-fire.
Altura y opciones. Vale destacar las diversas variantes que muestra este Lobo 2016/17, con jugadores que además de jugar bien, tienen cualidades que ponen en relieve la riqueza de un plantel muy variado y bien conformado: hay zurdos, diestros, enganches, poli-funcionales, volantes con marca y proyección, otros con gran juego aéreo, extremos que atacan por las bandas y laterales que atacan.
Los de siempre. Las palabras sobran para describir a estos tres jugadores que ya son parte de la historia del Lobo en base a títulos y ascensos. El "Conde" Espinosa tuvo continuidad esta temporada y está en un nivel endiablado; Gerardo Corvalán, un todoterreno, de lateral, stopper, volante interno o carrilero, está para lo que guste mandar y su sacrificio en post del equipo jamás pasa en vano. Sergio "Mago" Oga, al igual que vs Dálmine, CAI o Talleres, apareció con su experiencia en el momento justo y llega de la mejor forma al pentagonal final.
Entre grandes rendimientos y aciertos -y esto más allá de como termine la historia- fue transcurriendo este largo año para el Lobo, que ha transitado un duro camino, el que inexorablemente lo dejará en bueno puerto ya que está trabajando a conciencia y haciendo todos los méritos y esfuerzos para lograrlo. Por eso decimos que tarde o temprano va a volver, será ahora o más adelante, pero si continúa por este sendero... el Lobo va a volver.