¿Se perdió por la hipotética y millonaria incentivación que habría recibido el rival?. No. ¿Por los escasos fallos controversiales de los líneas y el foul que no fue, que cobró Llobet y que terminó en gol?. Tampoco. ¿Por el árbitro?. Menos. Hoy, Gimnasia, simplemente, no pudo con Gimnasia y Tiro porque lo superó futbolísticamente. Allí, en el rendimiento individual y colectivo, habrá que escarbar para conocer los porqué de la caída del Único Gigante en el norte.

Desde el mismo inicio del partido, el Lobo no encontró su juego. Estuvo incómodo en el rectángulo de juego y le costó imponer el ritmo que exhibió otras tarde y al que habitualmente nos tiene acostumbrado este equipo de Alaniz. Se mostró inconexo entre sus líneas: no tuvo ni primer pase, ni juego asociado para abastecer a los dos "tanques" que siempre recibieron de espaldas.

Además el desequilibrio por las bandas, ese que hizo estragos en Santiago del Estero, esta vez estuvo ausente y jamás pudo inquietar a el arco de un Gimnasia y Tiro -también hay que decirlo- ,con un equipo alternativo, disputó sus mejores 90´ de la temporada. El DT del Albo, apostó por una rotación íntegra, renovó aires y expectativas en sus dirigidos, hubo un reseteo mental y, sin nada que perder, sorprendió a propios y extraños con un aceitado rendimiento.

La apertura del marcador, pese a la superioridad del rival, llegó por un balón detenido. Un tiro libre, en las puertas del área grande, fue cambiado por gol luego de que la pelota se escurriera -con una cierta dósis de fortuna- entre la barrera y el primer palo del arco Mensana. Antes el guardametas Viola -la figura del Lobo en la tarde de Salta- había intervenido muy bien en dos ocasiones para evitar la caída de su valla.

Lo tuvo Marín para empatarlo, tras linda habilitación de Domínguez por izquierda y gran pase en profunidad  de zurda cruzado de Corvalán, pero defensor no pudo darle de lleno al esférico para poner el 1 a 1 y torcer el rumbo del encuentro. Salvo esa jugada, el Lobo no inquietó jamás con seriedad el arco de Dei Rossi durante la primera etapa.

El PT se fue con gusto a poco y ciertas dósis de angustia y optimismo. Gimnasia había jugado mal y le faltó generar mayor fútbol en el medio, era claro el diagnóstico. No había que buscar más explicaciones que las simples y la lógica indicaba el ingreso del Mago #SO10 para el complemente.  Sólo dependía de Gimnasia cambiar, volver a ser el de otros partidos y recuperarse..

Lo cierto es que si bien hubo otra actitud en el inicio de la etapa complementaria, duró poco. A Gimnasia le siguió costando mucho armar juego. Las pequeñas sociedades del equipo siguieron sin aparecer y el arco de Dei Rossi cada vez se vislumbraba más lejano a medida que se consumía el reloj y el nerviosismo se apoderaba de los últimos minutos del match. 

El hincha se aferraba al Lobo de los Milagros para mantener encendida la llama de la ilusión de jugar el partido desempate mientras que en Carlos Casares ya se congregaban los hinchas del sojero...

Algunos atribuirían el resultado a que no se jugó como una final, la falta de actitud o errores de planteos. Quizás tengan razón, o no. Pero lo cierto es que jamás este equipo podría haber llegado a estas alturas de la competencia de haber sido ese adjetivo calificativo la regla de su rendimiento y no la excepción. Sólo por un partido, caerle con excesiva rigurosidad a un equipo que prácticamente se llevó el 65% de los puntos en juego y que a lo largo del certamen ha sido protagonista (1° en su grupo, 2° en el nonaganoal final, 2° en el pentagonal)excluyente del #FederalA, es olvidar todo lo positivo que se ha hecho a lo largo de la temporada y, también, no percatarse -aunque a esta altura de nada sirve analizar los números- de que el resto de los rivales de turno (incluido el vencedor de la jornada dominguera) no hicieron mejor campaña que Gimnasia.

Pensar en lo que viene que no es menor: los playoffs. Quedan 6 partidos en 3 llaves y el Lobo tiene asegurado definir al menos 2 de los cruces en el Víctor Legrotaglie. Entre 8 equipos saldrá el otro de los ascendidos a BN. Gimnasia tiene plantel, recambio adecuado y a lo largo de todo el torneo se han demostrado pergaminos de sobra para alcanzar el objetivo.

Ahora hay que dar vuelta de página de forma rápida y dejar atrás lo que sucedió en Salta. No está muerto quien pelea.